En la Argentina siempre se ha dicho que el sistema tributario está dañado. Impuestos tras impuestos se han creado para cubrir necesidades puntuales de caja generando de esta forma un sinfín de parches que directamente no permiten ver la cubierta del auto.
Desde el impuesto a las ganancias, pasando por el impuesto a los bienes personales siempre se han creado con la idea de que se trataba de tributos temporales, que las alícuotas serian mínimas, que prácticamente no afectaría a nadie la cuestión y que se trataba de un tributo creado por razones coyunturales.
Como es sabido por todos lo coyuntural lleva siendo la regla en el país y los impuestos que han aparecido nunca se fueron, aumentaron y junto con ellos los controles y retenciones que sufren los contribuyentes todos los días.
Un buen sistema tributario debería tener pocos impuestos, los mismos deberían ser pagables y generar un pago espontaneo alto con baja evasión. También sería de esperarse que los servicios públicos sean de una calidad acorde a los impuestos que se pagan.
Desgraciadamente nada de esto sucede en la Argentina, los impuestos son demasiados, su liquidación es compleja, la evasión es alta y el pago espontaneo es más bien bajo. La pesada carga fiscal a la que está sometido el contribuyente sumado a la baja calidad de los servicios públicos es un incentivo más que suficiente para que los contribuyentes decidan correr el riesgo de no pagar ya sea mediante la mora o, directamente en muchos casos, a través de la evasión.
Los contribuyentes toman estas conductas por una sola razón: saben que el sistema tributario argentino esta tan dañado que, eventualmente, el Estado entrará en necesidad de aumentar su caja y acudirá para ello al otorgamiento de una moratoria, blanqueo, plan de pagos o a cualquier otra estrategia. Es por ello que decimos que la moratoria es la prueba empírica que el sistema tributario argentino, está roto, no funciona.
Cuando un gobierno lanza una moratoria es el triunfo del contribuyente, ya que el estado no pudo cobrar los valores ilógicos que pretende. Teniendo esto en cuenta con más razón hay que premiar y reconocer a los que con gran esfuerzo están al día.
Ante este panorama fue que desde la “Asociación Argentina de Contribuyentes” se promovió que, dentro del proyecto de moratoria que se sanciono en el congreso de la Nación, se otorgue un premio a los contribuyentes que, a pesar de todo, han cumplido con sus obligaciones.
El planteo era muy sencillo: dar un beneficio, un premio, a aquellos que han cumplido con el pago de los impuestos. Un premio a aquellos que han logrado soportar el infierno fiscal en el que vivimos.
Nuestro proyecto fue tomado por diputados del interbloque Juntos por el Cambio quienes rápidamente lograron que se trate de una postura de todo el interbloque con lo cual se consiguió el apoyo de 116 diputados. La iniciativa también fue aceptada por el interbloque de Unidad y Equidad Federal, así como por el Interbloque Federal con lo cual se pudo obtener diputados suficientes para obtener la media sanción. De parte del Frente de Todos hubo alguna resistencia inicial pero finalmente se pudo lograr que acompañen la iniciativa y se sancione en la Cámara de Diputados el proyecto de moratoria con un premio a los contribuyentes cumplidores.
Finalmente, el Senado de la Nación lo sanciono como ley y es gracias a ello y a la unidad de los contribuyentes que se pudo lograr el objetivo. En las moratorias venideras (que desgraciadamente vendrán ya que el sistema requiere ser reparado en su totalidad) difícilmente se discuta la cuestión de dar un premio a los contribuyentes cumplidores pero lo que si se pondrá a debate es el quantum del premio el cual deberá ser lo más generoso posible.
Esta victoria para los contribuyentes es una muy importante, logramos que miles de millones de pesos queden en manos de los contribuyentes. Para esto fue necesario crear consensos como pocas veces se ha logrado en la Argentina.
Hemos representado la voz de los contribuyentes y esta ha tenido acogida por el Congreso quienes han validado la importancia del contribuyente y su rol como sostenedores de la Nación.