Por Alan G. Futerman
Fuente: El Catoblepas
Sobre el libro de Alberto Benegas Lynch y Gustavo D. Perednik, Autopsia del socialismo, Grupo Unión y Grito Sagrado, Buenos Aires 2013, 194 páginas, macondo@lugardelibros.com
Decía Borges que un libro no debe requerir un esfuerzo, del mismo modo en que la felicidad no requiere de esfuerzos. Este es el caso afortunado de Autopsia del Socialismo, un ensayo que no solo no requiere de esfuerzos sino que resulta grande por partida doble: sus autores, y el análisis que llevan a cabo.
Gustavo Perednik y Alberto Benegas Lynch, con decenas de libros escritos y reconocidas trayectorias en los ámbitos de la filosofía y la economía respectivamente, emprendieron aquí una obra que requiere de un agudo sentido de la comprensión y de una gran erudición que confirman una y otra vez.
Los libros previos del doctor Benegas Lynch han sido prologados por intelectuales de prestigio internacional, como los Premios Nobel en Economía Friedrich Hayek y James M. Buchanan; el miembro de la Academia Francesa Jean-François Revel; y el ex Secretario del Tesoro del Gobierno de EEUU, William E. Simon.
Por su parte, los prologuistas de los libros de Gustavo Perednik incluyen a Juan Raúl Ferreira, Eduardo Gudiño Kieffer, Tomás de Mattos, Rodolfo Modern, Michael Rosenak y Pilar Rahola, quien así sintetizó su obra: «Gustavo Perednik es una garantía para el pensamiento. Es algo más que un motor de ideas: es un auténtico boquete en el pensamiento único… un hombre con ideales que a la valentía, la moralidad y la inteligencia, añade la convicción, el deseo trasgresor, la responsabilidad con el presente, el anhelo de libertad».
El título del libro que los ha unido, Autopsia del Socialismo, refiere al fracaso que el socialismo ha verificado tanto en la teoría como en la práctica, y permite entrever que los autores se concentran en identificar e interpretar por qué esto ha sido así y, más importante aún, por qué aún hoy en día se persiste, en diversos ámbitos y desde variados enfoques, en la idea de que las vidas y patrimonios de los individuos deban ser planificados centralmente, bien sea la planificación parcial o total.
Benegas Lynch y Perednik logran no solo afirmar positivamente la superioridad del sistema liberal mediante la negación de la validez y viabilidad de la tradición socialista, sino que además exaltan el sistema liberal por sus propias virtudes. Así, explican cómo solo en libertad, el individuo es capaz de alcanzar sus potenciales más altos, enfrentar sus problemas más acuciantes y acompañar al mundo hacia su progreso verdadero.
En un estilo atractivo y entretenido, los autores construyen un diálogo para analizar, además del núcleo central de la obra, cuestiones de interés para el lector moderno, como ser el caso de China y su transición progresiva de una dictadura comunista a una moderada economía de mercado; el islamismo y la política exterior de EEUU; los diversos populismos del siglo XXI, y demás cuestiones de relevancia actual.
La faceta económica del debate tiene un rol protagónico, que Benegas Lynch permite comprender con prístina claridad. Se complementa con el otro eje central: la filosofía política, en la que Perednik nos ilustra de forma amena y didáctica.
A lo largo de estas páginas podemos comprender no solo por qué el socialismo es inviable, sino también por qué la intervención estatal en el mercado es en general nefasta, no únicamente para la economía en su conjunto sino precisamente para los más pobres.
Perednik y Benegas Lynch explican el rol del empresario, la influencia negativa de impuestos y regulaciones, y el funcionamiento del proceso de mercado, y aclaran conceptos difíciles como el del capital y su influencia positiva en la economía, a través de su rol protagónico en la determinación de ingresos y salarios.
En el camino, permiten al lector sumergirse en debates tradicionales o modernos sobre epistemología y filosofía, concretamente sobre diversas posturas sobre los límites y alcances del conocimiento humano; distintas posturas éticas y sus respectivas justificaciones; las raíces del liberalismo y la legitimidad del concepto de Derecho (junto con el Derecho de propiedad); y los efectos perniciosos del relativismo moral y epistemológico en la civilización occidental.
Junto a éstos y otros temas relacionados, los autores reflexionan sobre la naturaleza del ser humano y las preguntas clásicas y eternas sobre su condición, y el debate del libre albedrío frente al determinismo.
Aun cuando el diálogo reside fundamentalmente en el análisis, los autores no vacilan en debatir sobre posibles caminos de reformas y propuestas hacia una mayor libertad, desde el reconocimiento de los peligros que representan para la sociedad abierta los fanatismos de los tres totalitarismos del siglo XX (nazismo, comunismo, e islamismo) y sus representantes actuales, hasta posibles rutas hacia lo que podemos identificar como una utopía liberal. Discurren así sobre la posibilidad de un Estado mínimo (parafraseando a Borges, casi imperceptible) y el «anarcocapitalismo» o anarquía de mercado.
La riqueza del texto reside asimismo en el hecho de que en varias ocasiones sus posiciones disienten, y por lo tanto engrandecen el diálogo en un marco de respeto y admiración mutua que resulta para el lector evidente y grato.
En un ejemplo elocuente del espíritu liberal y democrático los autores presentan, sobre los mismos asuntos, posturas divergentes, a los efectos de dejar al lector pensar por sí mismo y tomar sus propias posiciones. Esto último no es un detalle menor, sino la ilustración definitiva de que ambos no suscriben al liberalismo meramente de palabra, sino que hacen de ello una forma de vida.
Concretamente, entienden y practican el liberalismo –siguiendo la clásica definición de Benegas Lynch (h)– como el respeto irrestricto de los proyectos de vida de otros en la medida que no lesionen derechos de terceros.
En los capítulos del libro, en demostración del nivel académico de los autores, desfilan citas y obras de decenas de figuras tales como Ludwig Von Mises, Friedrich Hayek, Karl Marx, Karl Popper y John Maynard Keynes.
El escritor Marcos Aguinis es autor del comentario de la contratapa, que reza: «Mucha confusión prevalece en el campo de las ideologías. Ha penetrado como un virus, en el cerebro y en el corazón de la humanidad. Hechos contundentes no logran erradicar la confusión. Este libro, a la inversa, es un excitante y documentado faro. Está escrito sin dogmas ni concesiones; sus autores hablan con elocuencia. Disienten en muchos puntos de vista, como debe ocurrir cuando se busca la verdad. Su lectura produce el goce de la sorpresa y del descubrimiento».
Autopsia del socialismo resulta de lectura esencial para los interesados en los fundamentos de una sociedad libre, o para quienes simplemente deseen penetrar en qué piensan dos grandes intelectuales sobre un tema fundamental para comprender el pasado –y por tanto el futuro–: el fracaso del socialismo y la importancia de la libertad.