Elecciones Panameñas 2024: El Heredero, los Nuevos Líderes y el Tren que Unirá a América

Ante la rebaja de Fitch a nuestra calificación de riesgo crediticio a BB+, un aumento en la deuda nacional que supera los 20 mil millones de dólares, la toma de decisiones sobre el modelo económico y la promesa de mayor inversión en infraestructura estratégica; las elecciones generales panameñas estuvieron influenciadas por la nostalgia de un pasado próspero vivido en el periodo presidencial de Ricardo Martinelli (2009-2014) y la consolidación de futuros liderazgos independientes en el espectro político nacional. Si bien a finales del año 2023, el expresidente Ricardo Martinelli lideraba todas las encuestas, un fallo de la Corte Suprema de Justicia produjo su inhabilitación a inicios del año 2024.

De este modo, a solo dos meses de las elecciones, José Raúl Mulino, candidato a la vicepresidencia y heredero político de Martinelli, adquirió la misión de retener la mayor cantidad de respaldo emergente de la figura del expresidente. Expertos en temas electorales aseguran que los votos no se heredan; sin embargo, captar un porcentaje significativo del respaldo de una figura política puede ayudar a ganar elecciones. Esto, precisamente, fue el caso de José Raúl Mulino, un delfín electoral que, en sus propias palabras, pensaba retirarse de la vida política en su finca ubicada en las montañas de Coclé.

A diferencia de los dos periodos electorales pasados, la victoria de José Raúl Mulino fue pronosticada por gran parte de las casas encuestadoras, obteniendo un 34 por ciento de los votos, lo cual equivale a 778,763 votos. Mulino, candidato de RM (Realizando Metas) y el Partido Alianza, cumplió su misión electoral siendo una figura con méritos políticos y empresariales propios. El especialista en derecho marítimo fue Ministro de Seguridad Pública y Ministro de Gobierno y Justicia durante el periodo presidencial de Ricardo Martinelli. De igual manera, fue Ministro de Relaciones Exteriores bajo el liderazgo presidencial de Guillermo Endara Galimany (1989-1994) y representante de APEDE (Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa) ante la Cruzada Civilista, un grupo opositor a la dictadura militar liderada por Manuel Antonio Noriega.

Evidentemente, la llegada de Mulino al Palacio de las Garzas representa un giro ideológico hacia la centroderecha. No obstante, deberá trabajar con los actores independientes que obtuvieron un apoyo significativo en estas elecciones. Mientras que el partido político MOCA (Movimiento Otro Camino) logró capitalizar el voto independiente en la casilla presidencial a través de su líder, Ricardo Lombana; la Coalición VAMOS, un movimiento político independiente, tendrá una representación de 20 Diputados Independientes en la Asamblea Nacional de Panamá, un órgano legislativo unicameral conformado por 71 Diputados. Asimismo, VAMOS obtuvo la Alcaldía de San Miguelito y Colón, dos de los cinco distritos más poblados del país.

Lombana, quien obtuvo el 24% de los votos recibió el respaldo de la población más joven y supo aprovechar la crisis desatada por el Contrato Ley que habilitaba la operación de la empresa Minera Panamá, rodeándose de ambientalistas, gremios, abogados y panameños que se oponían a un modelo económico que incluyera la actividad minera. Considerando el impacto de estas acciones, los 559,568 votos obtenidos por MOCA no lograron superar la cifra obtenida por Mulino. Por otro lado, desde una perspectiva legislativa, los independientes de VAMOS conformarán la bancada más grande de la Asamblea Nacional de Panamá, sin embargo, esto no les garantiza la mayoría mínima (36 Diputados) para poder liderar la nueva legislatura. La gobernabilidad del órgano legislativo panameño será uno de los retos más importantes para los Diputados electos. Durante el actual periodo (2019-2024), la bancada de gobierno conformada por el PRD (Partido Revolucionario Democrático) y el Molirena (Moviemiento Liberal Republicano Nacionalista), ha gobernado con 40 Diputados. 

Con un alto grado de supervivencia, el Partido Popular (antiguo Partido Demócrata Cristiano) ocupó el tercer lugar en la carrera presidencial con 364,536 votos mediante la postulación del ex presidente socialdemócrata Martin Torrijos, hijo del difunto oficial Omar Torrijos y uno de los líderes naturales del PRD. Logrando el 16 por ciento de los votos, el Partido Popular multiplicó quince veces la cantidad de sus adherentes, capitalizando votos independientes y seguidores de Torrijos que, progresivamente, dejaron de apoyar la gestión del presidente Laurentino Cortizo desde tiempos posteriores a la pandemia. Con un enfoque similar, el Partido Popular fue la plataforma que utilizó el empresario e influencer Mayer Mizrachi para ganar la Alcaldía de la Ciudad de Panamá (distrito capital) con 161,460 votos, alrededor del 32 por ciento de la elección municipal.

Las grandes derrotas del proceso electoral a nivel presidencial fueron asumidas por los partidos que han gobernado el país durante los últimos 30 años; siendo la alianza entre el Partido Panameñista y Cambio Democrático una de las más visibles. El candidato Rómulo Roux, después de retener la presidencia de Cambio Democrático, superar sesiones de negociación con el Partido Panameñista y recibir el financiamiento preelectoral más elevado de las candidaturas presidenciales, obtuvo el 11 por ciento de la votación. Quizás los 259,030 votos obtenidos por la alianza de partidos tradicionales de centroderecha no fueron suficientes para ganar la presidencia, pero cada partido logró una representación de 8 Diputados en la Asamblea Nacional, totalizando 16. Actualmente, se desconoce si estos partidos actuarán unidos a nivel parlamentario; pero existe la posibilidad de que algunos Diputados electos de Cambio Democrático lleguen a entendimientos con Diputados electos de RM (Realizando Metas), considerando que ambos partidos fueron fundados por el expresidente Ricardo Martinelli.

Desde el péndulo ideológico contrario, el partido gobernante socialdemócrata enfrentó una derrota contundente, captando solo el 5% del apoyo electoral. Considerando que el PRD es un partido que cuenta con más de 550,000 adherentes, solo 126,432 votantes decidieron apoyar a su candidato, José Gabriel Carrizo. Este resultado de carácter nacional fue superado por el Diputado Independiente Edison Broce, quien obtuvo el segundo lugar en la elección municipal por la Alcaldía de la Ciudad de Panamá con 136,551 votos, lo que representa el 27% de la elección. A nivel legislativo, el PRD y su aliado Molirena experimentaron bajas considerables. El PRD redujo su número de Diputados en 22, quedando con 13, mientras que el Molirena perdió 4 Diputados y ahora solo cuenta con 1, que probablemente se alineará con la bancada de RM (Realizando Metas). Al igual que los dos partidos tradicionales de centroderecha, el socialdemócrata PRD tendrá una representación considerable en una Asamblea Nacional fragmentada, lo que le permitirá tener mayor influencia que MOCA y el Partido Popular, quienes, a pesar de recibir más votos a nivel presidencial, solo lograron 5 Diputados conjuntamente.

La alianza entre RM (Realizando Metas) y el Partido Alianza logró alcanzar una representación de 16 Diputados en la Asamblea Nacional. Por ende, la nueva legislatura será liderada por la coalición de diferentes fuerzas políticas. De esta forma, el voto popular impuso un reto de gobernabilidad y negociación al presidente electo. Si bien la configuración de la Asamblea Nacional panameña está sujeta a un proceso de impugnaciones, existe un debate sobre el nivel de influencia que tendrá el expresidente Ricardo Martinelli en las acciones de la bancada parlamentaria de RM o en las decisiones presidenciales. Ante este escenario, el presidente electo José Raúl Mulino ha enviado un mensaje de firmeza y confiabilidad mediante el nombramiento de su equipo de trabajo, iniciando con la designación de perfiles independientes como el economista Felipe Chapman en el Ministerio de Economía y Finanzas. Chapman deberá lidiar con un sector público cuyas proyecciones de déficit pueden rebasar el 4 por ciento, una cifra de informalidad laboral que puede superar el 47 por ciento y un alto grado de desigualdad económica que, basándonos en el Gini Index, nos posiciona como el cuarto país más desigual del mundo. 

El Ingeniero Civil José Ramón Icaza, expresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), será el Ministro de Asuntos para el Canal y Secretario de Metas de la Presidencia; Jaime Jované, expresidente de la Cámara de Construcción de Panamá (CAPAC), liderará el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial y José Luis Andrade, especialista en la construcción de puentes y carreteras, ocupará la cartera de Obras Públicas. Icaza tendrá la misión de trabajar con la Junta Directiva del Canal de Panamá para recuperar la competitividad de la vía interoceánica después de haber reducido el paso de barcos de 38 a 24 unidades diarias en el 2023 a causa del fenómeno del niño y aplazado la construcción del embalse de Río Indio para garantizar el acceso a agua dulce, proyecto recomendado por Ingenieros del Ejército de Estados Unidos. 

Jované y Andrade tendrán la misión de optimizar el hábitat urbano y rural del país. El primero deberá garantizar la inclusión de mayores estándares de sostenibilidad en la construcción de proyectos de vivienda y el procesamiento de dirigentes que, por medio de la extorsión y la amenaza, quieren manipular el proceso de reclutamiento de obreros. El segundo deberá enfrentar la inequidad en el acceso a redes viales entre las provincias de Panamá. Se considera que una provincia con una extensión territorial de 2,341 km2, como Herrera, posee 1725.17 km de red vial, mientras que Darién, con una extensión superior a Jamaica, solo posee 517.22 km de red vial. 

La influencia de la administración del expresidente Ricardo Martinelli puede verse reflejada en la representación femenina dentro del equipo de José Raúl Mulino, donde todas las designadas destacan por haber trabajado en la administración 2009-2014 o ser miembros de Realizando Metas (RM) o su aliado, Partido Alianza. Entre estos nombramientos resalta la figura de la periodista independiente Lucy Molinar, quien liderará, nuevamente, el Ministerio de Educación (MEDUCA). Molinar, quien fue una impulsora de la alfabetización digital y el conocimiento práctico durante su gestión, repartiendo más de 100,000 laptops a estudiantes panameños, ha criticado el tamaño del MEDUCA, su centralización y la influencia de los gremios en la agenda educativa nacional. La designación de Molinar vislumbra una mayor inclusión del sector empresarial en la formulación de planes de estudio y la implementación de reformas significativas a la Ley Orgánica de Educación. 

Curiosamente, las grandes sorpresas en el equipo fueron los nombramientos de los miembros del gobernante PRD, los socialdemócratas Juan Carlos Navarro y Javier Martínez Acha en el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería), respectivamente. Se especula que estas designaciones sean parte de un acuerdo para garantizar el dominio de la Asamblea Nacional por parte de Realizando Metas (RM) con el apoyo de la Bancada del PRD. Martínez Acha asumirá una Cancillería que, durante su último año, demostró poca proactividad en la formulación de soluciones con países vecinos, específicamente, en todo lo relacionado con la gestión territorial de la provincia de Darién y su frontera con Colombia, un tema que he estudiado en los últimos dos años. 

Mulino, ganador de una elección que llegó al 77 por ciento de participación electoral, la más alta desde la restauración de la democracia en 1989, deberá asumir retos prioritarios como la crisis en el subsistema de pensiones IVM (Invalidez, Vejez y Muerte), la gestión de residuos en la Ciudad de Panamá, la centralización y tamaño de un Estado donde los municipios sólo reciben el 1.8% del presupuesto general del país, la toma de decisiones en la gestión fronteriza con América del Sur y el cumplimiento de su promesa estelar, el Tren Panamá – David. Por medio del eslogan “Más chen chen en tu bolsillo”, Realizando Metas (RM) capitalizó las expectativas de una población que desea mejoras en la economía y mayor generación de empleo, similar a lo vivido en el periodo del expresidente Ricardo Martinelli; sin embargo, algunos economistas se preguntan de dónde saldrá el dinero y cuál será la estrategia que incrementará la calidad de vida de los panameños. Hasta el año 2021, los subsidios acaparaban el 18% del gasto del gobierno central, una cifra superior a $2000 millones de dólares; adicionalmente, el control del Estado en servicios que pueden reducir la desigualdad, como la educación y la salud, supera el 80 por ciento. 

Con los números en rojo, el istmo tiene el reto de optimizar su modelo económico y extender los beneficios de su plataforma logística más allá de las riberas del Canal de Panamá. En consecuencia, el Tren Panamá – David no es una propuesta irracional. Se estima que más del 70 por ciento de los alimentos consumidos por los panameños provienen de la provincia de Chiriquí; por consiguiente, en concepto de cadena de suministro, esta iniciativa potenciará la economía de productores y comerciantes, facilitando un ágil acceso a los puertos y mercados de las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Colón. Especialistas en comercio marítimo como Carlos Ernesto González De La Lastra estiman que el tren podrá movilizar 400 mil toneladas de carga en sus inicios y, a mediano plazo, 2 millones de toneladas, incrementando la integración con el comercio de América Central. 

Esta infraestructura mejorará la competitividad y productividad del país a nivel nacional e internacional, promoviendo la formalidad laboral y nuevos modelos de negocio en zonas rurales y semiurbanas. Con respecto al transporte de pasajeros, esta obra facilitará la movilidad entre provincias y será una atracción turística para nacionales y extranjeros. México y Colombia ocuparon la primera y tercera posición en la recepción de turistas en América Latina durante el año 2022. Además de impulsar el turismo de festivales internacionales y el turismo religioso, estos países han logrado una gestión territorial efectiva para el desarrollo de infraestructura de transporte que potencia la oferta turística, como el Tren Maya, solución que resalta el valor cultural de la península de Yucatán mediante la formulación de dos productos turísticos, una ruta arqueológica y una ruta de reservas naturales. De igual forma, el Túnel del Toyo en Antioquia, conectará la Ciudad de Medellín con los principales puertos del departamento. Este túnel será el más grande de América con 9.84 kilómetros de longitud y estará complementado por una red de túneles alternos, puentes y vías expuestas. Estos son casos de éxito que deben ser una referencia para Panamá, un país cuyo principal activo es su posición geográfica.

Es común que los avances en infraestructura de transporte en zonas rurales sean amenazados por el radicalismo ambiental. Una actitud bastante egoísta por parte de activistas, abogados políticos, funcionarios, gremios, organizaciones sin fines de lucro, medios de comunicación y hasta pobladores que, víctimas de la desinformación o motivados por intereses externos, protestan y hacen campaña para reducir la movilidad y conectividad de zonas rurales desde la comodidad de la Ciudad de Panamá. Hace menos de un mes, murió Arnolf Miranda, un estudiante de 12 años de la Comarca Ngäbe-Buglé que, camino a cobrar su beca, fue arrastrado por la corriente del Río Sami cuando intentaba cruzarlo. Este escenario es bastante común en provincias como Darién, donde la deficiente gestión territorial de reservas forestales limita la construcción de infraestructura y aísla a las poblaciones más vulnerables del desarrollo socioeconómico. 

La propuesta de Mulino, además de cumplir un objetivo turístico, será una obra que incrementará la calidad de vida de todo el país, cumpliendo con un principio muy importante en el transporte; la intermodalidad. La intermodalidad básicamente define el movimiento de carga y personas mediante diferentes tipos de transporte. Es decir, aplicando un ejercicio de casos de uso, un usuario podrá transportar un contenedor desde David, descargarlo en la conexión de la Ciudad de Panamá y movilizarlo en camión a la Zona Libre de Colón. Asimismo, transportará un turista desde Santiago (Veraguas) hasta una conexión con el Metro de la Ciudad de Panamá, que lo llevará al Aeropuerto de Tocúmen o simplemente, podrá desplazarse hasta la Estación del Metro de Vía Argentina y emplear la movilidad activa en las aceras de la zona para visitar un restaurante. La intermodalidad es un factor fundamental para alcanzar la movilidad sostenible, especialmente en ciudades densificadas como la capital del país.

Sin lugar a duda, la Ciudad de David (Chiriquí) y el distrito de Bugaba son excelentes nodos de transporte para pasajeros y mercancía; pero no considero que la Ciudad de Panamá deba ser la última conexión de este tren. Como siempre se ha hecho, esta propuesta excluye a la provincia de Darién de la plataforma logística nacional. Durante mi gestión como Asesor e Investigador en la Asamblea Nacional, trabajé en un informe borrador de la Comisión de Investigación sobre la Deforestación en la Provincia de Darién, donde sustenté que esta problemática no tendrá una solución mediante una simple campaña de reforestación. Darién posee un problema de gestión territorial que limita su acceso a infraestructura de transporte, lo que dificulta la supervisión de planes de aprovechamiento forestal y parcelas agropecuarias. Paradójicamente, los ambientalistas culpan a la ganadería de la deforestación, pero es precisamente este sector y el agropecuario (producción de arroz) los que sacan la cara por la economía de esta área. Adicionalmente, la estigmatización y el oscurantismo que acompañan problemáticas como la migración ilegal y el narcotráfico hacen que el progreso de Darién dependa de agendas internacionales, realidades de dictaduras extranjeras fallidas y estrategias de cooperación internacional deficientes. Por lo tanto, como Delegado Juvenil en la IX Cumbre de las Américas de la Organización de Estados Americanos (2022) y participante en el Cities Summit of the Americas en Colorado (2023), propuse el uso de infraestructura de transporte para abordar los problemas de seguridad, migratorios, sociales, económicos y ambientales en la frontera entre Panamá y Colombia ante entidades como el US Department of State, US Department of Transportation y Biennial of the Americas. 

Cifras expuestas por el Ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, revelan que el crimen organizado ganó más de $800 mil millones de dólares en el 2023 transportando personas entre la frontera de Panamá y Colombia; ellos son los únicos beneficiados de la crisis migratoria. Por este motivo, coincido con el presidente electo sobre el cierre del famoso Tapón del Darién; sin embargo, esto no significa desistir de los designios de Dios. Panamá es el único país del mundo que puede unir al continente Americano vía terrestre, es un destino del cual no podemos escapar. Por esta razón, humildemente, propongo al presidente electo José Raúl Mulino, la modificación de la ruta y nombre de su propuesta de «Tren David – Panamá» a «Tren David – América del Sur». Panamá debe gestionar el territorio de Darién de forma responsable, ordenada, realista y productiva. En virtud de ello, la última conexión de este proyecto debe ser una Zona Libre Fronteriza e Inteligente que sirva como base de operación del SENAFRONT, punto de control migratorio y nodo de transporte de carga y turistas provenientes de América del Sur. En mi opinión, la última conexión del tren debe estar situada después de la comunidad de Paya (Darién) para posicionar los puertos de la Ciudad de Panamá y la Ciudad de Colón como una alternativa viable para clientes de Medellín y Bogotá. 

Indudablemente, la construcción de este tren no puede depender de los ingresos fiscales del país; se necesitará ayuda de organizaciones multilaterales. De hecho, la Embajada de China en Panamá expresó su interés de participar en este proyecto. El presidente electo no solo tendrá que enfrentar las realidades económicas de Panamá para ejecutarlo, también deberá consensuar decisiones con los nuevos líderes que emergieron de las elecciones del 5 de mayo. El heredero político que, en pocos días ha demostrado tener su propia visión y personalidad, conformó un equipo de independientes, civilistas, socialdemócratas del PRD y perfiles de la administración del expresidente Ricardo Martinelli que revive escenarios cíclicos de la política panameña donde antiguos rivales trabajarán juntos y los presidentes (saliente y entrante) comparten vivencias bajo el paraguas del extinto Partido Solidaridad. José Raúl Mulino tiene la economía de Panamá en sus manos; una oportunidad de unificar al continente Americano. Transformar lo que en un momento los escoceses catalogaron como “Darién Scheme”, en “Darién Success”. 

* Alexander Gutiérrez es Research Fellow de la Fundación Internacional Bases. Alexander es Especialista de Movilidad Sostenible e Innovación. Cuenta con más de 6 años de experiencia en el sector gubernamental, específicamente, coordinando el desarrollo de políticas públicas e investigaciones técnicas. Desde el 2019 ocupa el cargo de Asesor Parlamentario e Investigador en la Asamblea Nacional de Panamá. Adicionalmente, estudia una Maestría en Ingeniería de Software y realiza consultorías como Analista de Negocios Digitales. Actualmente explora tópicos como ciudades y movilidad inteligente.

Fuente: Fundación Internacional Bases

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