El Austrian Economics Center ha iniciado hace apenas un mes una interesante competición. La idea era establecer las raíces y desarrollo del pensamiento liberal con el objetivo de desarrollar una votación democrática y abierta para descubrir el favorito entre aquellos que habitualmente navegamos en las redes sociales. Desde el Instituto Juan de Mariana, felicitamos al Austrian Economics Center por dicha iniciativa. Ha sido un éxito, y resultado de lo anterior se han establecido nuevas conexiones entre aquellos que defendemos la libertad, e interesantes debates a medida que cada uno de los candidatos avanzaba en la competición.
Hace unos días ha comenzado la final y son dos grandes campeones de la Libertad los que han arribado a la última fase. De un lado, Friedrich August von Hayek, premio Nobel de economía en el año 1974 y uno de los máximos representantes de la escuela austriaca. Su contribución al desarrollo del liberalismo es incuestionable y hemos sido muchos los que hemos aprendido (y disfrutado) leyendo trabajos monumentales como Camino de Servidumbre (1944) o Derecho, Legislación y Libertad (1973, 1976 y 1979); y discutiendo artículos de gran impacto como The Use of Knowledge in Society (1945), Why I am not a conservative (1960) o Competition as a Discovery procedure (1968).
Del otro lado, tenemos al padre Juan de Mariana, intelectual menos conocido a nivel global pero uno de los grandes cuando se habla de Libertad. Curiosamente, entre ambos existe una especial relación. Y es que el intelectual y premio Nobel austriaco siempre sospechó que en España se encontraban las raíces del liberalismo moderno. Las obras de los humanistas y escolásticos tardíos de los siglos XVI y XVII mostraron -como han señalado el profesor Jesús Huerta de Soto y el profesor León Gómez Rivas- el interés y la defensa de la teoría subjetiva del valor, el análisis crítico de la banca ejercida con reserva fraccionaria o la teoría cuantitativa del dinero. A través de sus reflexiones éticas, los escolásticos españoles contribuyeron a la defensa de una sociedad con derechos propios, consciente de sus libertades y menos dependiente del poder estatal. En su momento, Hayek fue el director de tesis doctoral de la gran Majorie Grice-Hutchinson, la persona que en el siglo XX ha servido de puente entre el mundo hispano y el mundo anglosajón a la hora de conocer las contribuciones de los escolásticos españoles a la Libertad. Su magnífico libro The School of Salamanca es sin lugar a dudas uno de los grandes textos en lengua inglesa sobre la escuela de Salamanca.
Juan de Mariana, a pesar de haber estudiado en Alcalá, es un representante destacado de esta escuela. Además de su magna y monumental Historia de España (su escrito más importante y famoso en la época), debemos destacar dos de sus trabajos: Del Rey y de la Institución Real (1599) y el Tratado sobre la moneda de Vellón (1609). Ambos, afortunadamente, han sido publicados recientemente gracias a la colaboración entre el Instituto Juan de Mariana, Value School y Deusto Ediciones.
¿Pero qué podemos encontrar en estos dos tratados? Del Rey y de la Institución Real (1599) es un manual de príncipes. Un texto que orienta a los gobernantes en su labor. El padre Mariana señala que el Rey no se encuentra por encima de la Ley Moral. Además, indica que la virtud más relevante en un gobernante es la prudencia y recomienda que como resultado de lo anterior, la Corona no debe establecer unos elevados impuestos a la población. Los elevados impuestos solo contribuyen a la destrucción de la estructura productiva del país, condenando a los individuos -y en definitiva al reino- a la pobreza. Pero este libro no es famoso por sus reflexiones sobre la educación de un príncipe bueno. En este texto, Juan de Mariana señala que existe un pacto (un contrato) que el Rey debe tener presente: el Rey es para el Reino, no el Reino para el Rey. Esta concepción antiabsolutista del poder facilita el desarrollo de la teoría del tiranicidio, en caso de que el Monarca incumpla el acuerdo. Si como señalaba Santo Tomás de Aquino, “la tiranía llega al colmo de los excesos”, la población puede sencillamente retirar al Rey sin “disimulos”:
Si el rey atropella la república, entrega al robo las fortunas públicas y las privadas, y vulnera y desprecia las leyes públicas y la sacrosanta religión; si su soberbia, su arrogancia y su impiedad llegasen hasta insultar a la divinidad misma, entonces no se le debe disimular de ningún modo (Mariana, J., 2018).
Los economistas suelen sentir más atracción por la segunda de las obras citadas, el famoso Tratado sobre la moneda de Vellón (1609). En dicho escrito, Juan de Mariana defiende la moneda sana, esa que no puede ser manipulada ni violada por el poder político. Además de criticar la inflación, indicando que la misma solo beneficia al Estado al perjudicar el poder adquisitivo de la gran mayoría de la población, el libro también representa una defensa de la propiedad privada. El padre Mariana es consciente de que sin ella (se entiende la propiedad) es imposible prosperar. Tanto para limitar el derecho de propiedad como para la emisión de moneda y la generación de inflación, Mariana señala que el Rey debería contar, por lo menos, con la aprobación del pueblo, y deja claro que si el resultado es favorable la situación sería perjudicial para el reino: “este arbitrio nuevo de la moneda de vellón, que si se hace sin acuerdo del reino es ilícito y malo, si con él, lo tengo por errado y en muchas maneras perjudicial” (Mariana, J., 2017).
Como se puede observar, el padre Juan de Mariana era un intelectual honesto, una expresión más del brillante Siglo de Oro español. Durante los siglos XVI y XVII la Universidad española vio pasar por sus aulas a intelectuales de la talla de Francisco de Vitoria, Martín de Azpilcueta, Diego de Covarrubias y Leyva, Luis Saravia de la Calle, Tomás de Mercado, Luis de Molina, Francisco Suárez, entre otros. Juan de Mariana fue uno más entre los grandes con los que tuvo la suerte de convivir. Y esto, un gran número de intelectuales reflexionando sobre cuestiones como el precio justo, la intervención de precios, la teoría del valor, etc., es lo que ha producido que muchos consideren a esa escuela como el origen del liberalismo moderno.
Las reflexiones del padre Juan de Mariana provocaron como no podía ser de otra forma al poder político. El libro sobre la institución real fue declarado subversivo, lo que le produjo más de un problema. Sin embargo, el más grave fue el segundo. Le costó un año y medio de prisión debido a la transparencia con la que denuncio en sus páginas la manipulación de la moneda por parte de los ministros que intervinieron la misma.
En definitiva y después de todo lo anterior, parece obvio que el gran Friedrich August von Hayek estuviese interesado en la obra de la “escuela española” en general y de la figura de Juan de Mariana en particular. Siempre reconoció al padre Mariana como uno de los suyos. No estaría mal que Juan de Mariana se llevase la victoria en la votación organizada por el Austrian Economics Center. Estoy convencido de que el propio F.A. von Hayek se alegraría por su viejo amigo.
Fuente: Instituto Juan de Mariana