Anti-Vacunas y Anti-Vapeo: Contra la Ciencia y la Innovación

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Entre los muchos problemas originados por la pandemia del Covid 19 uno de los más importantes es el resurgir del movimiento anti-vacunas. Teorías conspirativas, argumentos ridículos y acusaciones infundadas dieron combustible renovado a una de las tendencias más anti-científicas y destructivas que hayamos visto.

El nefasto movimiento anti-vacunas contemporáneo se origina a instancias de un paper publicado en 1998. El ex-médico (su licencia fue revocada) Andrew Wakefield afirmó en dicho paper que la vacuna contra sarampión, paperas y rubeola provocaba autismo. Si bien el artículo eventualmente fue refutado y retractado, el daño ya estaba hecho.

Con el paso del tiempo y la llegada del Covid 19, “lo que era un movimiento anti-vacunas se transformó en un movimiento anti-ciencia en toda regla”, tal como afirma el virólogo Peter Hotez en una reciente entrevista con The New Yorker.

Resulta muy preocupante entonces hallar marcados paralelismos entre el movimiento anti-vacunas y el movimiento anti-vapeo. ¿Por qué? Porque en ambos casos se trata de herramientas que sirven para salvar millones de vidas.

Según estiman organismos internacionales, las vacunas salvan entre dos y tres millones de vidas todos los años.

Por su parte, un artículo publicado recientemente en el journal Science sostiene que “las estimaciones más conservadoras sugieren que si se vapeara la nicotina en reemplazo de los cigarrillos comunes en los próximos 10 años, se evitarían 1,6 millones de muertes prematuras y se salvarían 20,8 millones de años de vida ajustados por calidad sólo en los Estados Unidos”.

Como vemos, lo que está en juego es muy importante y sería un gravísimo error dejar que se decida basados en falacias, tecno-pánicos o reacciones histéricas.

Los tres que siguen nos parecen algunos paralelismos anti-vacunas y anti-vapeo más sugestivos:

  1. Demonización de sustancias

Uno de los principales “argumentos” anti-vacunas es que las mismas contienen sustancias nocivas tales como formaldehído o aluminio.

Si bien es cierto que hay rastros de ellas en las vacunas, la concentración es insignificante e incapaz de producir daño alguno.

Es interesante que al vapeo también se lo ha acusado por la presencia del formaldehído. Sin embargo, en 2018 un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, Estados Unidos) indicó que los niveles de formaldehído encontrados en el vapor de los e-cig son insignificantes para nuestra salud.

De cualquier manera, la gran bestia negra es la nicotina.

Los mitos y falsedades vertidas respecto de esta sustancia están a la base de las campañas anti-vapeo. La Salud Pública Inglesa explica muy bien esta situación:

“Cuatro de cada 10 fumadores y ex-fumadores piensan erróneamente que la nicotina causa la mayoría de los cánceres relacionados con el tabaquismo, cuando la evidencia muestra que la nicotina en realidad conlleva un riesgo mínimo de daño a la salud. Aunque la nicotina es la razón por la cual las personas se vuelven adictas al tabaco, son los miles de otros químicos contenidos en el humo del cigarrillo los que causan casi todo el daño”.

A su vez, existen una serie de estudios científicos contemporáneos respecto de los potenciales beneficios de la nicotina. Por caso, el Dr. en Medicina Paul Newhouse de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos) afirma que “la mejora cognitiva es uno de los efectos terapéuticos mejor establecidos de la estimulación nicotínica”.

  1. Estrambóticos riesgos de mortalidad

En torno de las vacunas para el Covid 19 circularon en redes sociales rumores acerca de la posible “elevada mortalidad” de las vacunas. Según los conspiranoicos, mientras que el coronavirus provoca muy pocas muertes, la letalidad asociada a las vacunas sería mucho más alta.

En forma similar, los críticos del vapeo utilizaron los episodios de explosión de vaporizadores para generar una psicosis en torno de hechos absolutamente aislados.

Sin embargo, fuentes como The Vaping Today dan una explicación mucho más racional y adecuada:

“No es que los vaporizadores exploten mucho, sino que cuando lo hacen la historia se extiende aparentemente sin fin… No hay evidencia de que los mods reales o los vape pens exploten más que cualquier otro producto electrónico de consumo alimentado por batería. Pero el vapeo no es muy popular entre el público que no fuma ni vapea, por lo que es un blanco fácil para las noticias y para difundir en redes sociales”.

  1. Enfermedades “exóticas”

También respecto de las vacunas para el Covid 19 surgió una peligrosa mitología acerca de potenciales daños o enfermedades que generarían las mismas.

Así, los anti-vacunas ni siquiera se sonrojaron al sugerir que las vacunas de Pfizer y Moderna serían responsables de “alterar el ADN” de las personas por estar basadas en la tecnología de ARN mensajero.

A su vez, se encendieron alarmas ante el supuesto hecho de que el sistema inmune de los niños no toleraría tantas vacunas.

El vapeo también tiene su enfermedad exótica (e inexistente). Se trata de la Lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo, o EVALI (por sus siglas en inglés).

Tras una feroz campaña de desinformación y miedo, varios estados de los Estados Unidos decidieron prohibir la mayoría de los cigarrillos electrónicos con sabor. Por su parte, la FDA aumentó el escrutinio regulatorio de los vapeadores y demás cigarrillos electrónicos.

Sin embargo, como explica Jeff Stier, “resultó que ninguno de estos cigarrillos electrónicos de nicotina fue responsable de la enfermedad pulmonar que lleva su nombre. Los Centros para el Control de Enfermedades tardaron hasta finales de diciembre [de 2019] en reconocer (en parte) que las lesiones pulmonares no fueron causadas por cigarrillos electrónicos de nicotina líquidos como el Juul, sino por el uso de aceite de THC contaminado con acetato de vitamina E”.

Ciencia e innovación vs oscurantismo

Sería una tragedia moral y sanitaria que  triunfe la prédica irracional y anticientífica, tanto en el caso de las vacunas como del vapeo.

De la misma forma que innovaciones como el ARN mensajero empoderan a la medicina sería muy beneficioso que se abandonen los prejuicios y falacias en torno del vapeo.

Es hora de tomar conciencia que gracias a este tipo de productos innovadores estamos a las puertas de eliminar el tabaquismo y salvar millones de vidas.

 

* Federico N. Fernández es Director Ejecutivo de la Red Latinoamericana Somos Innovación

 

Fuente: Somos Innovación

Las opiniones expresadas en artículos publicados en www.fundacionbases.org no son necesariamente las de la Fundación Internacional Bases

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