Usualmente cuando nos preocupamos por el tamaño del Estado hacemos más referencia al gasto público que al poder que éste tiene sobre nuestras vidas. Enfocarse en el gasto público es importante, sin dudas. Debemos exigir mayor eficiencia y honestidad en el manejo de las finanzas estatales. Pero esto también genera que nos enfrasquemos en los asuntos estrictamente financieros que derivan de eso, por ejemplo, las propuestas tienden a girar alrededor del nivel de impuestos, aranceles, corrupción y demás costos impuestos por los políticos de cada país.
Gráfico 1. Relación Tasa impositiva y PIB per cápita.
Fuentes: Índice de Libertad Económica 2022 de la Fundación Heritage, Banco Mundial.
Sin embargo, debemos tomar en consideración que, por ejemplo, el debate alrededor de las tasas impositivas no suele ser binario, es decir, no es entre 0% o 100%. Al contrario gira alrededor de porcentajes bastante parecidos por lo que el gran diferenciador en la capacidad de creación de riqueza o de atracción de inversiones rara vez se encuentra en ese rubro.
La excepción a la regla suelen ser los refugios fiscales que además de tener impuestos relativamente más bajos, tienen otras características que incrementan su capacidad de atracción de capitales, por ejemplo, el secreto bancario. Los políticos tienen conocimiento sobre este fenómeno, es por eso que una de sus principales luchas se concentra en tratar de lograr que estos se equiparen más con los promedios mundiales o regionales, para tener la cancha expoliadora más nivelada.
Por lo tanto, la diferencia suele estar en el enemigo oculto: el robo del tiempo a través de la burocracia. Esa tramitología que entorpece los procesos productivos y el normal comportamiento de los agentes económicos.
Es en este rubro donde podemos observar el verdadero poder del Leviatán porque es aquí donde se establecen las prohibiciones a una enorme cantidad de actividades económicas. Si generalmente los criterios que se utilizan para establecer las tasas impositivas son arbitrarios, en las regulaciones estos criterios pueden llegar a ser ridículos. Por ejemplo, en Ecuador desde el 2011 hasta el 2020 estuvo vigente un Reglamento Técnico de cumplimiento obligatorio que establecía: “los requisitos que deben cumplir las papas (patatas) fritas congeladas, (…)”, que regulaba aspectos como el corte o las dimensiones que estas debían tener.
Imagínense la arrogancia y el poder de la entidad reguladora para determinar cuál es el aspecto ideal que deben tener las papas fritas para que estas puedan comercializarse en el mercado ecuatoriano. Este tipo de sucesos tienen que levantar todas las alarmas a quienes estamos preocupados por alcanzar sociedades más libres y prósperas porque la puerta para que absolutamente todo pueda ser regulado está abierta y los políticos la están usando cada vez más.
Es importante recalcar que el Reglamento impuesto por el Ecuador iba en contra de la Ley y de los Acuerdos Internacionales, específicamente en contra del Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (Acuerdo OTC) de la Organización Mundial del Comercio. Hecho que grafica muy bien que, sin una ciudadanía activa, comprometida y vigilante respecto de todos los atropellos, no existe aparataje normativo legal que pueda protegernos de los abusos de poder del Estado.
Algunos dicen que “solo falta que nos cobren impuestos por respirar”, yo les digo que en ciertos espacios sí está regulado incluso lo que puedes respirar. No se me ocurre espacio de nuestras vidas que no se encuentre sometido bajo alguna regulación. Tal vez y solo tal vez el único espacio que nos queda medianamente libre es el mundo digital del que gozamos a través del uso del internet y las redes sociales pero que cada cierto tiempo se encuentra bajo ataque porque a muchos les asusta la Libertad. Estemos atentos y seamos cuidadosos, no sigamos cediendo cada vez más el control de nuestras vidas a los políticos, al contrario, tratemos de recuperarlo. Seamos responsables, seamos valientes, seamos defensores de nuestra Libertad.
* Leonard Quinde Allieri es actualmente Pasante de la Fundación Internacional Bases
Fuente: Fundación Internacional Bases