“Los tiempos que corren nos encuentran como sociedad afrontando una de las pocas problemáticas que, a pesar del descomunal avance de las ciencias y la técnica, aún no hemos logrado erradicar. El avance del COVID-19 se presenta en todo el mundo como una amenaza sanitaria que preocupa a especialistas, pero también como un potencial cisne negro que pone a tambalear a los mercados globales” empeorando, en el caso de Argentina, la “frágil situación de nuestra economía frente al desarrollo constante que ha tenido el PIB del resto del mundo”, inicia el informe realizado por Ignacio Zorzoli, miembro del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI.
El informe del CEEAXXI señala “el impacto negativo que el aislamiento tiene sobre una economía que ya se encontraba seriamente deteriorada” y advierte que “el freno de la economía pone en riesgo la solvencia financiera y la continuidad de la actividad de un gran número de PyMEs, así como distintos comercios de las grandes y pequeñas ciudades”.
Ante esta crisis, afirman, se observa como “nuevamente se levanta la inconfundible voz de un discurso clasista donde la dirigencia política pretende señalar y mostrar a la vista de todos a un enemigo común” donde “lo importante es la construcción de un enemigo común fácilmente identificable por la gran mayoría de la sociedad”.
“Es así como vemos con preocupación que la figura elegida por parte de la dirigencia política es la representada por el ‘empresario’. Esa figura que se carga siempre de malas intenciones, un especulador natural que se vale de la explotación al trabajador y al pueblo en general al que obliga a comprar cosas que no necesitan a valores exorbitantes”, afirma Zorzoli.
Así las cosas, el informe analiza cuántos problemas se pueden solucionar si se redistribuyen las fortunas de los hombres y mujeres más ricos del país.
En base al presupuesto del 2019, dado que el del 2020 todavía no tiene sanción por parte del Congreso Nacional, el CEEAXXI calculó que el gasto público consolidado entre Nación, Provincias y Municipios conlleva alrededor de 135.130 millones; y, utilizando el listado de la Revista Forbes de las personas más ricas de Argentina, se obtuvo cuánto es la riqueza de las 50 personas más prosperas del país.
El monto del total de los cincuenta argentinos que se consideraron asciende a USD 57.340 millones. “En este caso en particular, calculando la cantidad de tiempo que cubrimos del gasto público liquidando todas estas fortunas, llegamos a la conclusión de que alcanza para cubrir 5 meses y 3 días del total de las erogaciones del Estado”, explica el informe.
“Es decir que expropiándoles no una parte, sino toda su fortuna a los cincuenta hombres y mujeres más ricos del país, podemos llegar a cubrir menos de medio año del total de las erogaciones que tienen los distintos niveles del Estado”, sentencia CEEAXXI.
Se demuestra con este trabajo, “la incongruencia económica que implican algunas de las medidas demagógicas atizadas por de la dirigencia política, de las que se valen de instaurar un discurso de odio y resentimiento en el común de la sociedad que ve con preocupación que sus fuentes de ingreso se deterioran en un contexto de crisis sanitaria y económica. Logramos mostrar que ese discurso de odio para con los grandes capitales no tiene asidero económico y sólo está basado en la idea de enfrentar a una gran mayoría de la población con un enemigo fácilmente identificable y al que poder utilizar como chivo expiatorio”, concluyen.
Click aquí para descargar el informe especial «El Resentimiento Empresario», realizado por Ignacio Zorzoli (CEEAXXI)