La recesión de 2020, por la que todavía pasan muchos países, tiene ahora un nombre «oficial»: el Gran Confinamiento. En términos económicos, la respuesta del sector público en prácticamente todos los países ha sido muy rápida y audaz (lo que no es necesariamente bueno).¹ Esto ha hecho que la deuda pública mundial se dispare como nunca antes. Por ello, ahora más que nunca, es necesario insistir en los peligros de la deuda pública.
En este artículo, destacaremos los contrastes entre esta recesión y la anterior (la Gran Recesión de 2007) para analizar el problema de la deuda pública al que se enfrenta el mundo. En un segundo artículo, analizaremos los peligros económicos del exceso de deuda pública.
El sector público entró en esta recesión en una posición mucho más débil que en 2007
Durante la expansión económica que terminó en 2020, el sector público de la mayoría de los países se mostró casi totalmente complaciente con el gasto deficitario. Los niveles de deuda pública se dispararon prácticamente en todas partes. Así, la deuda pública en el Gran Confinamiento fue considerablemente mayor que en la Gran Recesión en todas las principales regiones del mundo.
Gráfico 1: deuda pública por regiones
Fuente: elaborado por el autor con datos del Fondo monetario internacional. Creado con Datawrapper.
De las siete principales economías mundiales (G7), sólo Alemania tenía menos deuda pública a principios de 2020 que a principios de 2007.
Gráfico 2: deuda pública de los países del G7
Fuente: Elaborado por el autor con datos del Fondo Monetario Internacional. Creado con Datawrapper.
La deuda resultante de esta recesión no tiene parangón
El sector público ha respondido a la recesión del Gran Confinamiento con una expansión fiscal sin parangón en la historia. En 2009, el año con el mayor déficit fiscal de la anterior recesión, la deuda pública mundial aumentó un 10,5% del PIB. En 2020, la deuda pública mundial aumentó en un 18,7% del PIB.² En todas las regiones podemos ver un enorme contraste entre la recesión actual y la Gran Recesión. Incluso los países de América Latina, que sólo tuvieron déficits moderados en la recesión anterior, han aumentado significativamente su deuda como respuesta al Gran Confinamiento de 2020.
Gráfico 3: aumento de la deuda pública durante la Gran Recesión frente al Gran Confinamiento (2009 frente a 2020)
Fuente: elaborado por el autor con datos del Fondo monetario internacional. Creado con Datawrapper.
Las economías avanzadas acumularon en 2020 un 50% más de deuda que en los diez años anteriores juntos, una cifra sin precedentes en tiempos de paz.
El siglo XXI es el siglo de la deuda pública (y del posible impago)
La cantidad de deuda pública acumulada desde el comienzo del siglo XXI habría dejado sin palabras a los comentaristas más perspicaces de hace un siglo. Sin embargo, la riqueza y los ingresos alcanzados en este siglo también habrían dejado sin palabras incluso al más optimista de nuestros tatarabuelos. En consecuencia, aunque pueda parecer que la deuda pública crece de forma incontrolada, dado que la riqueza también crece de forma exponencial se podría concluir que la deuda no supone un problema porque estamos generando los recursos con los que pagar la deuda. Sin embargo, en la mayor parte del mundo, la deuda pública ha crecido más rápido que la economía. Sólo en los mercados emergentes la economía crece más rápido que la deuda pública.
Gráfico 4: crecimiento del PIB y aumento de la deuda (2001-20)
Fuente: elaborado por el autor con datos del Fondo Monetario Internacional. Para calcular los índices se ha utilizado la deuda y el PIB en dólares de 2001 (por ser la forma más adecuada de comparar la capacidad de pago).
En las economías más avanzadas, la deuda pública era 4,5 veces mayor en 2020 que en 2001. Se espera que se multiplique por seis hasta 2025.³ Mientras tanto, el PIB era sólo 1,9 veces mayor en 2020 que en 2001, y se espera que sea 2,4 veces mayor en 2025 que en 2001. Las economías avanzadas están en una trayectoria de acumulación de deuda pública que es insostenible a medio plazo.
La buena noticia es que las economías emergentes, así como el África subsahariana, Oriente Medio y la ASEAN-5⁴, están aumentando su deuda a un ritmo significativamente menor que sus tasas de crecimiento económico. Por desgracia, la enorme acumulación de deuda de las economías avanzadas no se ha visto compensada por la reducción de la deuda (en relación con el tamaño de la economía) en los mercados emergentes.⁵
La acumulación de deuda ya era insostenible antes de 2020, pero el Gran Confinamiento ha desencadenado un aumento explosivo. Puede que pronto se llegue a un punto de no retorno para las principales economías del mundo.
Referencias:
- 1. Hubiera sido preferible una respuesta rápida y contundente para detener la propagación del virus y evitar las expansiones monetarias y fiscales.
- 2. Véase el FMI (2020).
- 3. Estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
- 4. Las dos últimas regiones no están incluidas en el gráfico 4.
- 5. En 2001, las economías avanzadas representaban el 79% del PIB mundial, pero en 2020 esta cifra se redujo al 59%.
Fuente: Mises Institute