Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual 2021, publicado hoy por el Instituto Fraser y co-publicado en EE.UU. con el Instituto Cato, documenta un ligero aumento en la libertad económica a nivel global, continuando una tendencia notable, de largo plazo, aunque en desaceleración, a lo largo de las últimas décadas. El estudio está basado en datos hasta 2019, el año más reciente para el cual hubo datos comparables a nivel internacional, así que no toma en cuenta los efectos de la pandemia del coronavirus. Aunque EE.UU. mantuvo su ranking en la posición No. 6 este año, es preocupante que su declive de largo plazo desde 2000, cuando su nivel de libertad económica era considerablemente más alto, solo ha sido parcialmente compensado mediante una mejora no constante en años recientes, la cual ha empezado nuevamente a deteriorar. Vea el contraste en las tendencias de la libertad económica en EE.UU. y el mundo en el gráfico abajo.
Continuamos presentando a Hong Kong en el índice a pesar de su reciente pérdida de autonomía frente a las intervenciones del gobierno chino porque creemos que es un caso de estudio importante que merece una atención cuidadosa. En 2019, Hong Kong se ubicó en la primera posición de libertad económica, pero los autores James Gwartney, Robert Lawson, Joshua Hall y Ryan Murphy advierten que la creciente inseguridad de los derechos de propiedad y un estado de derecho debilitado probablemente provocarán que el puntaje de la ciudad caiga en los próximos informes.
Otros países que encabezan la lista son Singapur (2), Nueva Zelanda (3), Suiza (4), Georgia (5), Irlanda (7), Lituania (8), Australia (9), Dinamarca (10). El reporte de este año posicionó a 165 jurisdicciones, con Libia, Sudán y Venezuela ubicándose en los últimos lugares en orden descendiente.
Un capítulo en el reporte escrito por Justin Callais y Vincent Geloso pone a prueba la noción de que los niveles más altos de desigualdad conducen a una movilidad social baja. Los autores incorporan las instituciones de libertad económica en su exploración acerca de qué tanto el ingreso bajo limita la movilidad. Ellos encuentran que la libertad económica de hecho promueve la movilidad social hacia arriba y que un estado de derecho sólido tiene un efecto especialmente poderoso.
Otros capítulos observan la libertad económica en la región de Kurdistán en Irak (escrito por Nijdar Khalid) y los peligros de expropiar la propiedad privada como lo ha propuesto el partido gobernante en Sudáfrica (escrito por Martin van Staden). Ver el informe completo aquí.
Fuente: El Cato