En 1996, Cato celebró su 14ª Conferencia Monetaria Anual, «El futuro del dinero en la era de la información». Las actas, junto con otros ensayos, aparecieron en un libro con el mismo título en 1997. En ese volumen, Alan Greenspan escribió: «Para desarrollar nuevas formas de pago, el sector privado necesitará flexibilidad para experimentar, sin una amplia interferencia del gobierno» (Greenspan 1997: 48).
Desde entonces, la innovación financiera (en particular, el blockchain) y la revolución del Bitcoin han dado lugar a cientos de criptodivisas, aunque sólo una docena han alcanzado un éxito notable (véase coinmarketcap.com). Además, se buscan monedas digitales de valor estable que puedan actuar como medio de pago, medio de intercambio y depósito de valor superiores. Varios bancos centrales, como el Banco Popular de China, están experimentando con sus propias monedas digitales, y es probable que la Reserva Federal siga su ejemplo.
Debido a la importancia de estos desarrollos para el futuro del dinero, las libertades civiles y la política monetaria, la 38ª Conferencia Monetaria Anual de Cato, celebrada virtualmente el 19 de noviembre de 2020, se dedicó a un debate en profundidad sobre «Monedas digitales: ¿Riesgo o promesa?» Los artículos de este número del Cato Journal proceden de ese evento.
Al considerar los beneficios potenciales así como los posibles riesgos de las monedas digitales privadas y de los bancos centrales, los colaboradores de este volumen mejorarán nuestra comprensión de las alternativas digitales. En particular, un hilo conductor de la revista es que hay que ser consciente del peligro de centralizar la moneda digital en manos del Estado, especialmente los riesgos para la estabilidad monetaria y financiera, la privacidad y la libertad.
Aunque este número se centra en la moneda digital, el artículo principal, escrito por Jeb Hensarling, Phil Gramm y John B. Taylor, ofrece una visión general de las implicaciones a largo plazo de la respuesta de la Reserva Federal al Covid-19, el impacto en la independencia de la Reserva Federal y las oportunidades para una acción legislativa positiva, incluyendo un movimiento hacia un régimen monetario basado en reglas. En una línea similar, John A. Allison concluye con «Lecciones de la pandemia para la Reserva Federal».
El resto de los artículos se dividen en cuatro categorías: (1) Moneda digital: Estado vs. Mercado, con artículos de Tobias Adrian y Tommaso Mancini-Griffoli, Neha Narula, Lawrence H. White y Eswar Prasad; (2) Moneda digital y libertades civiles, con artículos de Jill Carlson, Alex Gladstein y Martin Chorzempa; (3) Moneda digital, competencia y política monetaria, con artículos de Caitlin Long, Jesús Fernández-Villaverde, George Selgin, David Andolfatto y Dong He; y (4) Moneda digital e inclusión financiera, con artículos de Michael J. Casey, Charles W. Calomiris y Diego Zuluaga.
Agradezco a los autores sus contribuciones y espero que su trabajo fomente nuevas investigaciones para encontrar formas innovadoras de mejorar la estabilidad monetaria y financiera, preservando al mismo tiempo una sociedad libre. Por último, agradezco el generoso apoyo de la Fundación George Edward Durell para hacer posible la Conferencia Monetaria Anual de Cato.
Referencia:
Greenspan, A. (1997) «Fostering Financial Innovation: The Role of Government». En J. A. Dorn (ed.), The Future of Money in the Information Age, 45-50. Washington: Cato Institute.
Traducido por el Equipo de Fundación Bases
Fuente: Alt-M