Es una curiosidad personal, pero ¿alguien más se ha preguntado el por qué hay ropa que llega de países como Vietnam? Hace unas décadas no hubiéramos pensado que un país que había atravesado una guerra tan brutal estaría manufacturando algunas de las prendas de las marcas más reconocidas en el mercado.
En efecto, marcas como Nike o Adidas han encontrado un hogar para la confección de sus productos.Y no han sido las únicas. Apple y Samsung también han invertido fuertemente y producen grandes stocks en el país del Sudeste Asiático y que en algunos casos han tomado la iniciativa de movilizar las fábricas de pantallas a Vietnam por las ventajas que tiene este país en comparación a China.
¿Por qué Vietnam se ha vuelto un punto neurálgico en la producción de algunas de las compañías más grandes del mundo?
El contexto histórico podría incitarnos a pensar que el país del Sudeste Asiático, tendría resquemores por la cultura estadounidense y la economía de mercado. Pero desde los años 90s, Estados Unidos y Vietnam han fortalecido sus lazos económicos e incluso un sondeo realizado por el Pew Research Center en el año 2015, mostró que 40 años después de la caída de Saigón, el 76 por ciento de los vietnamitas ven a los Estados Unidos como un aliado, además de que consideran en un 95 por ciento que la población vive mejor gracias a la economía de libre mercado.
Otros datos que arrojó dicho sondeo son la percepción positiva en un 78 por ciento de la población sobre el comercio internacional y sus efectos positivos en la creación del empleo, además de que también hay una visión favorable de un 72 por ciento de la población sobre el aumento en los salarios como efecto del comercio internacional y la globalización.
Mientras que muchos gobernantes, académicos e ingenieros sociales se han encargado de investir con una fuerte carga negativa al concepto de la globalización, los vietnamitas admiran a las personas ricas y tienen una postura favorable respecto del capitalismo y la globalización.
Por otro lado, hay un país que causa mucho más recelo en la sociedad vietnamita. Este país es China, a pesar de lo que podríamos suponer, el gigante no goza de una buena percepción entre los vietnamitas, a tal grado, que consideran “negativa” la expansión económica que ha tenido ese país en los últimos años. Esto es debido a las disputas territoriales históricas entre ambos países en el Mar de China Meridional y que en la actualidad el 84 por ciento (de acuerdo al sondeo del Pew Research Center) de los vietnamitas consideran que es preocupante porque podría desencadenar un conflicto armado en años posteriores.
Pese a las aparentes similitudes, los dos países cuentan con partidos únicos y sistemas socialistas, eso no los hace aliados automáticamente y que en casos como este, históricamente se han considerado enemigos.
Victoria pírrica
A pesar de que el régimen socialista se había logrado imponer en Vietnam en 1975 y que había logrado probar las mieles de una victoria efímera, la realidad es que esto era apenas el comienzo.
Tras la victoria del Norte en 1975 y la reunificación del país bajo el sistema comunista, la primera acción del gobierno fue la planificación económica.Las consecuencias no se harían esperar, el país en el que había “triunfado el socialismo” se convirtió en uno de los más pobres del mundo. Mientras que sus vecinos de la región apostaban por el libre mercado y crecían año con año en cuanto a desarrollo económico e inversión.Esto dio como resultado un aumento en la calidad de vida de las personas en países como Corea del Sur, Singapur o el atacado políticamente en la actualidad, Hong Kong.
Para finales de los 70s era imposible ignorar la pobreza y el fracaso del sistema comunista para resolverla.Las autoridades comunistas intentaron todo, incluso aplicaron la colectivización forzosa del sector agrícola tal cual había ocurrido en la Rusia de Stalin y la China de Mao. Pero los indicadores empeoraron tras esta práctica.
Para 1980, Vietnam sólo produjo 14 millones de toneladas de arroz, pero, para alimentar a su población necesitaba al menos 16 millones de toneladas. Entre 1976 y 1980 Vietnam tuvo que importar cerca de 9 millones de toneladas de productos alimenticios. Los datos son escabrosos y muestran lo crítico de la situación. El régimen socialista que triunfó ante el capitalismo estadounidense se convitió en un agujero negro que destruye todo lo que tiene que ver con el desarrollo económico. Al mismo tiempo, la actividad de las empresas estatales durante ese período, caía en picada al 10 por ciento por año.
Ola reformista
El gobierno vietnamita y el propio partido comunista sabían que les quedaba poco tiempo. Por ello, en 1986 cuando adoptaron una serie de reformas estratégicas conocidas como ”Doi Moi”. Estas reformas iban en el mismo sentido de aquellas que se habían realizado en China por Deng Xiaoping. Fundamentalmente, reconocían la propiedad privada, que a su vez permitiría el desarrollo de la economía de mercado.
Al día de hoy, podemos ir a cualquier centro comercial y encontrar ropa u otros productos provenientes de Vietnam. El producto per cápita se sextuplicó, pasando de los $577 dólares hasta $3.373 dólares. El Vietnam de hoy es uno de los mayores exportadores de arroz y se puede encontrar más que sólo arroz en los anaqueles de sus supermercados. Este crecimiento también impactó positivamente en la población. Mientras que el 79.7 por ciento se mantenía bajo el umbral de la pobreza apenas hace 20 años, para el 2006 esa tasa se redujo en 50.6 por ciento. Lo más impresionante llegó en el año 2020, donde estos números llegaron a apenas un 5 por ciento.
El libre mercado se convirtió en la solución a los problemas de la guerra que finalizó en 1975 y a la planificación económica posterior por parte del Estado vietnamita que dio un vuelco a la economía de libre mercado en el año 1986.
¿Quién quiere ser millonario?
Vietnam cuenta con tasas impositivas mucho más bajas que otros países, como es el caso de España, Alemania o los propios Estados Unidos. Lo anterior refleja las actitudes de un país que no tiene aversión por los ricos. En dicha dirección apunta el estudio The Rich in Public Opinion (Los ricos en la opinión pública) que se realizó en países asiáticos como Japón, China, Corea del Sur y el propio Vietnam.
A cargo del doctor Rainer Zitelmann, el estudio muestra que los vietnamitas quieren convertirse en ricos y no consideran que la acumulación de la riqueza sea algo negativo.
La libertad económica es la llave del desarrollo económico, el crecimiento y el abandono de la pobreza para un país. A pesar de contar con una posición (lugar 72°) que no está en el top de los países más libres según el Ranking del Instituto Heritage, Vietnam ha logrado avanzar de tal manera que las empresas prefieren manufacturar y confeccionar productos en este país. El Dr. Zitelmann resalta que durante la primera edición del índice que se da a conocer en el año 1995, Vietnam contaba con solo 41.7 puntos, pero en la actualidad ha ganado cerca de 20 puntos, para posicionarse con 61.8 puntos (un avance formidable).
Sin embargo, Vietnam aún no es el héroe de la libertad económica que esperamos, esto es porque el gobierno tendría que realizar reformas pro-estado de derecho que limite el uso indiscriminado del poder político de los gobernantes. Si esto no sucede, las calificaciones negativas que resaltan en su puntaje como lo son: la falta de integridad del gobierno, el bajo respeto a los derechos de propiedad y la incipiente libertad de inversión, serán un freno constante para los vietnamitas.
A pesar de que el gobierno aún se denomine como “socialista”, la realidad es que las personas que habitan aquí no cuentan con una identidad socialista. El impulso cultural hacia el emprendimiento y la libertad económica parece desafiar la tendencia actual de muchos países que están optando por una mayor intervención del Estado y un mercado más reducido. Podríamos tomar lecciones de Vietnam, un país que ha decidido favorecer una mayor presencia del mercado y una menor intervención del Estado. Esto quizás nos ayude a entender por qué nuestros zapatos Nike se fabrican en Vietnam y no en otros países.
*Jorge Alberto Ruiz Meza es un apasionado por el tema de la libertad, la Economía Política y la Teoría Política, cuenta con una maestría en Gestión Pública y es licenciado en Economía y Finanzas, es asociado de proyectos en la Sociedad Tomás de Mercado y Pasante de la Fundación Internacional Bases.
Fuente: Fundación Internacional Bases