Desde hace medio siglo, Europa vive en paz. Sin embargo, cincuenta años después de su nacimiento, la Unión aborda una encrucijada: dentro de la Unión Europea, los ciudadanos reprochan a las instituciones europeas pesadez, rigidez, y falta de eficacia, democracia y transparencia. No obstante, la Declaración de Laeken[1] (2001) destaca que la Unión Europea tiene que jugar un nuevo papel en el mundo globalizado, ya que tiene que luchar contra las agresiones, el terrorismo y las injusticias.
De este modo, el Tratado de Lisboa[2] (2007) supone un avance en la institucionalización de los mecanismos de participación democrática. Entre estos avances pueden destacarse, el fomento de la participación y protección de los ciudadanos, el crear un nuevo orden institucional, el modificar los procesos de toma de decisiones para una mayor eficacia y transparencia o el reconocimiento y promoción del papel de los interlocutores sociales y el reforzamiento del papel de los Parlamentos Nacionales.
No obstante, en el año 2016, se publica la Estrategia global para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea: Una visión común, una actuación conjunta, una Europa más fuerte[3], que hace referencia al esfuerzo por hacer de la Unión Europea un lugar más fuerte. De esta manera, para que la Unión sea más próspera, se tiene que apostar por el desarrollo de políticas de seguridad, la lucha antiterrorista, el control de la delincuencia organizada, el fomento de los derechos humanos, la defensa de la cooperación internacional y la apuesta por la libertad.
Se puede mencionar como con la Estrategia global para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea: Una visión común, una actuación conjunta, una Europa más fuerte se verbaliza la apuesta por mantener la paz y afianzar la seguridad internacional, fomentar la cooperación internacional, y desarrollar y consolidar: la democracia, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.
A su vez, se puede señalar como entre las relaciones internacionales entre la Unión Europea y el resto de los países, sus principales ámbitos de acción son: la educación, el medio ambiente, la seguridad y defensa, la delincuencia y los derechos humanos, áreas clave a la hora de hacer de Europa un lugar más libre pero también más próspero y seguro.
Asimismo, los valores de la Unión Europea son: el respeto por la dignidad humana, la defensa de la libertad, la apuesta por la democracia, el desarrollo de la igualdad, la fortaleza del estado de derecho y la protección de los derechos humanos por lo que se puede destacar como la Unión Europea siempre ha sido un firme defensor de la libertad.
De esta manera, para la consecución de los objetivos de la Unión Europea se debe invertir esfuerzos para hacer de la Unión una Unión viable, una Unión coordinada, una Unión creíble, una Unión integrada y una Unión con capacidad de respuesta y reacción.
Sin embargo, para que la seguridad y defensa se desarrolle de manera plena es necesario apostar por la libertad en la Unión Europea pero también en todos los ámbitos municipales, autonómicos y nacionales de los Estados miembros que la conforman.
La libertad no es una política menor por lo que es clave que también la Unión Europea apueste por su desarrollo, por su fomento y por su difusión.
De este modo, si analizamos el Índice Mundial de Libertad Electoral[4] (2019) de la Fundación para el Avance de la Libertad, descubriremos que 7 de los 10 países del top 10 son países pertenecientes a la Unión Europea y que 9 de los 10 países del top 10 son países pertenecientes al continente europeo. El top 10 de países con mayor libertad electoral es el siguiente: Irlanda, Suiza, Finlandia, Islandia, Dinamarca, Australia, Estonia, Letonia, Eslovenia y Portugal.
Asimismo, si revisamos el ranking mundial del Índice de Libertad Económica (2020) elaborado anualmente por The Heritage Foundation y divulgado en España por la Fundación FAES y el Foro Regulación Inteligente[5], descubriremos que, en el top 10 de países con mayor libertad económica 4 de 10 países del top 10 son países pertenecientes a la Unión Europea. El top 10 de países con mayor libertad económica es el siguiente: Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda, Australia, Suiza, Irlanda, Reino Unido, Dinamarca, Canadá y Estonia.
Además, si examinamos el índice de Libertad en el Mundo (2019) de Freedom House[6] descubriremos como, de nuevo, Europa se caracteriza por ser la región más libre del mundo, haciendo posible que, ninguno de los Estados miembros de la Unión Europea forme parte de los diez países menos libres del planeta. No obstante, se puede destacar como el área regional de los Balcanes comprende a los países menos libres del continente europeo debido al socavo de algunas libertades como la libertad de expresión, la libertad de asociación y el Estado de Derecho.
A modo de conclusión es fundamental recordar que España debería cuidar sus relaciones con Europa de cara a favorecer un clima de cooperación internacional y libertad interestatal entre todos los Estados miembros de la Unión Europea. De esta manera, la apuesta por las técnicas de resolución pacífica de conflictos internacionales como son la negociación, la mediación, el arbitraje y la diplomacia harán posible el seguir apostando por la libertad, la defensa de la democracia, el respeto de los derechos humanos y el fomento de la seguridad internacional.
Si Europa es un lugar más libre, el mundo será, consecuentemente, un lugar mejor.
Referencias
[1] Declaración de Leaken: http://european-convention.europa.eu/pdf/LKNES.pdf
[2] Tratado de Lisboa: https://www.europarl.europa.eu/ftu/pdf/es/FTU_1.1.5.pdf
[3] Estrategia global para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea: http://eeas.europa.eu/archives/docs/top_stories/pdf/eugs_es_.pdf
[4] Índice Mundial de Libertad Electoral: http://www.fundalib.org/wp-content/uploads/2019/09/WEFI-2019-web.pdf
[5] Índice de Libertad Económica: https://www.heritage.org/index/ranking
[6] Índice de Libertad en el Mundo:
https://freedomhouse.org/sites/default/files/Feb2019_FH_FITW_2019_Report_ForWeb-compressed.pdf
Fuente: Instituto Juan de Mariana
