Fuente: Fundación Bases
El nuevo sistema de votación que se instrumentará a partir de este año en Santa Fe pone a nuestra provincia a la cabeza en transparencia y modernidad electoral respecto del resto país. Dicha situación sin dudas es agridulce puesto que el panorama que nos rodea es, diríamos, precámbrico. En cualquier caso, la llamada “boleta única”, pese a estar lejos de ser perfecta, posee numerosos méritos. Entre los más importantes destaca que dificulta muchísimo la realización del “voto cadena” al eliminar el uso de sobres en el acto electoral. Fraude, no olvidemos, ejercido hasta la náusea por los punteros de todos los partidos. Además, hace mucho más complicado el violentar ciertos aspectos de la voluntad de los votantes al excluir la posibilidad del robo de boletas en los cuartos oscuros.
Justamente, a hombros de este nuevo sistema de votación, nos parece de absoluta importancia seguir avanzando en la implementación de reformas que permitan al votante expresar su voluntad de la forma más auténtica posible. Por ello, e inspirados en la agrupación NOTA (www.nota.org), proponemos la inclusión en próximas elecciones de la opción “Ninguno de arriba, por nuevas elecciones” (NDA). La propuesta es muy sencilla: cada boleta única, además de los diferentes candidatos al cargo en cuestión y la casilla de voto en blanco, deberá contener al final la cláusula “Ninguno de arriba, por nuevas elecciones”. Si NDA resulta la opción más votada, nadie será elegido para ocupar el/los cargo/s en disputa y las elecciones deberán realizarse otra vez con nuevos candidatos.
La cláusula NDA otorga a los ciudadanos una formidable arma contra las alternativas poco representativas, indeseables o no confiables. Como fácilmente puede intuirse la idea principal es la de romper el actual esquema que muchas veces nos obliga a optar, cual dilema de hierro, entre dos infiernos. Con la cláusula NDA disminuirían dramáticamente los incentivos para votar por el “mal menor” al existir una alternativa que permita negarse a optar por lo que no convence.
Nuestra propuesta permitirá también que el descontento y la no representatividad se canalicen por vías institucionales que apuntan a perfeccionar el sistema de elección de cargos. Así, los millones de personas que elección tras elección votan en blanco, anulan o directamente ni se presentan a votar tendrán un potente instrumento para hacer escuchar sus voces.
Más importante aún: la cláusula NDA ayuda a combatir dos grandes males de nuestro sistema electoral. Al terminar con la elección “sí o sí” de alguno de los postulantes que se presentan invierte la situación actual de sometimiento del votante al “menú” que los partidos le presentan. Por otro lado, los lobbystas y empresarios prebendarios, tan acostumbrados a apoyar financieramente a dos o más candidatos asegurándose así quedar congraciados con el ganador, cualquiera sea, encontrarán un contrapeso temible al perder la certeza que alguno efectivamente vaya a ganar.
Por todo esto, desde la Fundación Bases proponemos la implementación de la cláusula NDA ya sea en las elecciones de este año, ya sea en el próximo turno electoral. Sabemos que dos actos electorales cuestan más que sólo uno. Sin embargo, el costo de vernos forzados a elegir malos candidatos es mucho mayor. Una democracia verdadera y dinámica demanda instrumentos que amplíen la capacidad de los ciudadanos para expresar su voluntad. Sobre todo, cuando se trata de la voluntad de decirle ‘no’ a los poderosos.