Gracias al avance de la tecnología en estos últimos años es normal que muchas personas consideren que es una buena idea ir hacia la adopción de las monedas digitales con el fin de democratizar los sistemas de pago a nivel mundial. ¿Pero estaremos frente a una oportunidad tecnológica o una amenaza para nuestras libertades?
Antes de entrar a tema tenemos que tener en claro que son diferentes los CBDC (Moneda Digital de Banco Central) y las Criptomonedas.
El Yuan Digital es emitido y controlado por el Banco Popular de China, que es el banco central de aquel país. En comparación, Bitcoin es descentralizado, lo que significa que no es propiedad de nadie ni está controlado por una entidad, ni tampoco es distribuido por un banco central.
El yuan digital de China ha estado en proceso durante los últimos años y sólo ha habido un puñado de pruebas en todo el país con el fin de comprobar la viabilidad del proyecto. No busca reemplazar billeteras digitales como lo son Alipay o WeChat Pay y lo más probable es que estas trabajen juntas con ellos y otros bancos.
La preocupación surge a partir de la existencia de las CBDC y su vasto abanico de posibilidades en cuanto a restricciones y bienestar de las libertades humanas.
Entre los planes de China tenemos que el yuan digital será programable hasta el punto de que se pueda hacer que la moneda expire, lo que obliga a los consumidores a usarla en una fecha determinada. Este es un giro en una oscura innovación de la política monetaria no convencional conocida como moneda Gesell: el dinero que expira, que le da al gobierno emisor un mayor grado de control sobre la velocidad del dinero.
Gracias a esto, el consumo interno puede controlarse estrictamente, siendo así una forma no sólo de aumentar el valor de consumo, sino de controlar la variación de la demanda de los bienes que China produce.
Otra de las posibilidades del yuan digital sería desalentar a las personas a ahorrar. Por lo tanto, las obligaría a gastar más, especialmente en tiempos de recesión económica, cuando las personas naturalmente se vuelven más frugales. A su vez, el gobierno chino podría vigilar y controlar la mayoría de las transacciones financieras en el país y, como resultado, controlar completamente el flujo de dinero en China.
Por supuesto, todo esto para los individuos se traduce en una verdadera pesadilla dado el potencial de represión estatal de un régimen que ya cuenta con un historial horrendo en términos de Derechos Humanos.
Entre otras posibilidades, el yuan digital permitiría:
- Compras denegadas a causa de no haber participado en las últimas encuestas del gobierno
- Compras denegadas de elementos no esenciales a causa de tener un Puntaje Social que esté por debajo del umbral
- Compra denegada por comentarios políticos desfavorables en sus redes sociales
Los CBDC parecen ser una herramienta clave para profundizar la distopía totalitaria del gobierno communism chino.
Pese a todos estas alarmas, muchos bancos centrales alrededor del mundo están explorando la idea de emitir monedas digitales. ¿Con qué finalidad?
Sólo el tiempo nos podrá decir con exactitud lo que planean los gobiernos del mundo, pero he aquí la responsabilidad que todos nosotros tenemos al guiar la innovación tecnológica, proponiendo mejores alternativas que velen por nuestros intereses y libertades.
** Luis León es actualmente Pasante de la Fundación Internacional Bases
Fuente: Fundación Internacional Bases