La educación estatal es parte de los procesos formativos de básicamente cualquier país, sin embargo, en Latinoamérica se ha utilizado de manera peculiar y con objetivos ideológicos, y en algunos casos de manera muy evidente, mientras en otros se nota de manera más progresiva.
Sin importar cual sea el país que se analice en Latinoamérica, la educación estatal cuenta con estructuras altamente burocratizadas, ya sea por medio de ministerios, secretarías o sindicatos que dependen de un ente estatal.
El Estado, a pesar de que cambia cada cierto tiempo de líderes políticos debido a los vaivenes electorales, tiene implicaciones en los proyectos que desarrolla sobre la educación de un país, además de que la educación no solo se puede convertir en algo más allá de un arma política, sino que también se ha convertido en un mecanismo que cuenta con un talante glorificador y mitifica el actuar de diferentes líderes o justifica una u otra política a lo largo de la historia de un país.
El Consuelo de muchos
Hasta hace unos cuantos años, en México no se visualizaba como posible o poco probable que se experimentará una situación similar a la de países donde el socialismo había impactado y de un avance del Estado en las actividades individuales, en especial en la economía, la educación y la política, sin embargo, la polarización que se generó debido a los sesgos de los diferentes comunicadores e intelectuales de distintos países lograron hacer funcionar el mito del avance del Estado en la vida de las personas.
Este tipo de “modelos” fue exportado fácilmente a otros países que contaban con problemáticas sociales, políticas y económicas similares, básicamente porque Latinoamérica adolece de una intervención estatal bastante amplia, pero este proceso de penetración cultural no se da manera automática, necesita de diversos mecanismos que legitimen el actuar de aquellos que se dicen a sí mismos <<representantes del Estado y de la voluntad popular>>.
La consecuencia más relevante, es que aquellas acciones pueden legitimarse por medio de la comunicación que se transmite por el lenguaje y que puede adoctrinar a una sociedad completa por medio de la asimilación en ideas por medio de la educación, esto facilita la influencia que puede tener un líder político y sus sesgos ideológicos.
La Neolengua es la llave maestra
La neolengua o newspeak es un concepto creado en la obra 1984 del aclamado escritor George Orwell, en su obra, Orwell mencionaba que el objetivo de crear una nueva lengua era básicamente sustituir a la vieja lengua (oldspeak), reduciendo el vocabulario y el uso de los conceptos al mínimo y solo aceptando aquellos que no interfirieran o afectaran los principios básicos del régimen del Ingsoc y eliminaba la posibilidad de algún cambio de pensamiento, además de que se criminalizaba.
El fin de la neolengua orwelliana no es crear un medio de expresión, sino establecer un canal netamente ideológico. La perversión del lenguaje puede ocultar circunstancias que incidan en las causas, en definitiva, se trata de una forma de usar el lenguaje para vender o postular ideas que legitimen el actuar de los servidores públicos, como es el caso los precios límites o utilizar el “Estado de bienestar para ayudar a la población”.
La comunicación se da a través del lenguaje y la educación forma parte de este proceso de ideologización, en muchos casos, el lenguaje políticamente correcto es un modo de neolengua en el mundo real, un ejemplo claro fue en el Brasil del primer mandato de Lula da Silva donde se propuso una polémica lista de <<palabras prohibidas>> en política porque “atentaban” a los derechos humanos y frenaba el avance de su país.
Nadie escarmienta en cabeza ajena
Otro caso que resuena, es el de Venezuela y en el texto: <<La Neolengua del poder en Venezuela publicado en el año 2015>> de los autores Canova González, Leañez Artimuño, Herrera Orellana, Grateroll Stefanelli y Matheus Hidalgo. Mencionan desde los primeros párrafos de este libro que lo más sorprendente es que luego de décadas de estudios y alertas sobre la forma de control político sobre las sociedades donde el nazismo y el comunismo soviético aplicaron con gran éxito formas de neolengua y aún en nuestros días, en pleno siglo XXI, se siguen publicando obras dedicadas a representar situaciones actuales, donde se mantiene una relación entre regímenes y sociedades en el que se utiliza algún tipo de neolengua.
Pero, ¿En qué consisten este tipo de políticas? Para Venezuela, se realizó un completo llenado de propaganda oficial, cadenas radio y televisión, textos escolares, prensa estatal, programas y voceros de medios estatales de comunicación y una repetición de una caja de resonancia de aquellos que sirven al poder en cuestión. .
El proceso de ideologización en pro de una idea más comunitaria, estatolatra e incluso dirigiéndose con claras intenciones socialistas tiene materializaciones gráficas, como fue el caso de las caricaturas del Periódico Correo del Orinoco, que es un diario estatal dependiente del ministro para la comunicación e información que representaban a la disidencia como ratas.
Joseph Goebbels quien fue ministro de propaganda de Hitler: mencionaba que “Puede ser una buena idea sostener el poder mediante las pistolas, pero es mejor si ganas el corazón de una nación y obtienes su afecto”.
Desde el gobierno, se muestra un claro control social que promueve un nuevo lenguaje o neolengua, dicho de otra forma, es una manera de alterar la realidad para crear divisiones, construir una sociedad polarizada y en especial, facilitar la confusión, la mentira y la manipulación de la gente. Este control es tan extrapolable, que se ha vuelto algo habitual e identificable en casi cualquier país del mundo en la actualidad.
Cuando el destino nos alcance
México en la actualidad se encuentra en una bruma oscura, en medio de una ferviente batalla por la educación y los nuevos libros de texto de la llamada nueva política educativa (la nueva escuela mexicana o NEM); donde se enfatiza lo comunitario sobre el aprendizaje individual y el desarrollo de habilidades.
El gobierno del actual presidente de México y que abandera la “famosa 4ta transformación” ha caracterizado su comunicación en desprestigiar o demeritar a aquellos que son disidentes a su toma de decisiones políticas, su mensaje incluso ha logrado establecer un arquetipo de “adversarios políticos” dicho por él presidente mismo.
Tras algunas de estas decisiones que han acrecentado las problemáticas sociales a lo largo y ancho de México desde el inicio de su mandato, además que en el área de la educación donde existe un plan de educativo en el que existen temas formativos, donde la generación de dichos contenidos depende básicamente es una de las secretarías de Estado (en este caso la Secretaría de Educación Pública) y que al ser una institución estatal depende automáticamente de las decisiones políticas del poder en turno y de los ejes de la política nacional establecida en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 que dirige el actuar de cada gobierno.
Lo que ha generado una batalla en diferentes niveles, desde los puntos más prácticos de análisis y crítica sobre errores o “fe de erratas” cómo justifican en algunos casos, la inviabilidad de los modelos educativos en los estudiantes , pasando por los claros sesgos ideológicos que imbuyen o alinean a los ejes del gobierno actual, además de la eliminación de contenido de asignaturas tales como matemáticas, que limitan el razonamiento lógico y que por lo tanto, limita la capacidad para cuestionar aquello que se enseña.
Las inconformidades no se hicieron esperar y las discusiones con los “adversarios políticos” del régimen de la 4ta transformación tampoco, ya que, diferentes entidades federativas se pusieron en contra de la distribución de dicho material educativo, de la mano de organizaciones civiles y diversos expertos en el tema.
¿Un Marx que actúa como Gramsci?
Marx Arriaga, el titular del área de materiales educativos de la SEP (Secretaría de Educación Pública) y quien es el encargado de aprobar que tipo de formación recibirán los niños de educación básica, justifico cualquier tipo de crítica a los nuevos contenidos demeritando a la opinión de “pseudointelectuales” (como fueron llamados) y negando los errores evidentes de la puesta de estos textos formativos.
A pesar de negar cualquier tipo de imposición ideológica, al analizar los textos, se puede apreciar que la mayoría de las ilustraciones se tratan de niños de bajos recursos, donde la presencia de salones de madera y techos de teja. Lo que agrava dicha situación, es que se utilicen conceptos como acuerdos plenarios o asamblea plenaria para niños que tienen una edad aproximada de 7 años o básicamente que algunos de estos ejercicios sea formular acuerdos plenarios en la “comunidad dentro de un salón” y memorizarlos, donde son actividades que son innecesarias para su formación.
Donde los especialistas aseguran que la alusión excesiva a este tipo de imágenes y conceptos busca normalizar la existencia de la pobreza o la superioridad de los acuerdos de “la comunidad”, esto podría ser algo sin relevancia o importancia, pero la realidad es que el discurso político y las acciones referentes a los objetivos de este gobierno que son básicamente utilizar los recursos públicos como prebendas electorales, generar subsidios, crear grupos de interés, aumentar la intervención del Estado en la economía y que se justifica en el Plan Nacional del Desarrollo.
El adoctrinamiento que no se admite
El adoctrinamiento que se está dando básicamente busca inculcar ciertas ideas a cualquier persona, con el fin de justificar y culturalizar las acciones del régimen, en el caso de México y en otros países de Latinoamérica donde sus regímenes actúan de una manera similar, es imperativo no olvidar que el Estado educa y que en función a sus principios establecidos como en el caso de México (en el Plan de Desarrollo Nacional) se pueden influenciar y manipular las ideas de una sociedad, donde se puede llegar a eliminar la capacidad de cuestionar o refutar aquellas ideas que al final tienen un impacto en las acciones de las personas y que permiten el avance del Estado en la vida de todos.
* Jorge Alberto Ruiz Meza es asociado de proyectos de la Sociedad Tomás de Mercado. Anteriormente ha participado con diferentes organizaciones liberales (CATO, Instituto Acton, Caminos de la Libertad, FPP y FEE). También cuenta con un Master en Gestión Pública por el Instituto Tecnológico Latinoamericano y estudió Economía y Finanzas en la Universidad del Valle de México.
Fuente: Fundación Internacional Bases
